Nosotros debemos dar ejemplo. Los niños aprenden por imitación.

 

Los niños suelen enfadarse porque no se salen con la suya. Por ello amenazan, gritan, lloran...

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Debemos educar a que expresen lo que les pasa de una manera pacifica y resolutiva.  Deben aprender que actuando mal  no se les va a escuchar porque calmados puede existir un dialogo.

 

Si entro en su discusión lo que hago es empeorar la situación y hacer cosas de las cuales luego me sienta mal.

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Cuando logra calmarse y hablar tranquilamente, es cuando hay que reforzar positivamente la conducta que seamos.

 

Posteriormente podemos llegar a un acuerdo ofreciéndole dos alternativas.

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